Viajecito a Córdoba
Integrantes de la FLIA en la “Feria sin Patrón”
Desde el viernes 5 de Sept de 2008
(Silio 14: Sol Entonado)
al Lunes 8
(Gama 17: Noche Galáctica
Luna Lunar – Anillo Tormenta Eléctrica)
Salí con esa pena de los tiempos de hoy. Esa pena que no se explica; esa pena de saber que ya casi, que ya viene, y mejor aún, que ya lo estamos logrando... y sin embargo esa resaca amarga en la boca después de cada triunfo.
Entonces uno sabe que un tren te puede llevar de Buenos Aires a Córdoba pero si tu voluntad no se mueve es lo mismo que ir de la cama al living en un monoambiente.
O uno puede subirse a ese mismo tren y que un grupo de seres divin@s lo embellezcan todo. Entrar en la Magia sin darnos cuenta; el instante preciso en el que la unión de partículas hace un cuerpo, una galaxia. Qué querés que te diga, che, la FLIA es así...
Y así, decir Luli, Seba, Dafne, Aarón, Nora, Fernando, Daniela, Mario, Pato, Rosario, Ariel, es nombrar por nombrar, como decir átomo, hígado, falange, vientre... Vientre... Semillas. La unión de las voluntades en una misma voluntad de Ser es antes Semilla que Cuerpo, tal vez. Y si ese Ser será definitivamente Libre, entonces la FLIA es Semilla.
Hablando de tierra fértil, Córdoba es tierra de montañas y ríos, de bosques y mañana. Y hoy.
Nosotr@s, que jugamos a ser poetas, imaginábamos la Naturaleza acompañando nuestro viaje, pero el ticket del tren marcaba una Ciudad. No escalaríamos montañas; no navegaríamos ríos. No hizo falta: Mamá Tierra vino a nosotr@s. La tierra de los montes, el agua de los arroyos y ríos, el aire de alturas y el fuego ancestral vinieron a nosotr@s con rostros de hermanas y hermanos, con abrazos. Como la uva al vino. La uva está en el vino y el vino en la uva...
Jugando al cronista:
Cuando bajamos del tren en la estación de Córdoba Capital nos recibieron Fernando y Flor. Flor y Fernando, nombrarl@s es tan bello como abrazarl@s. Fernando tiene una barba larga que complica un poco el abrazo. Un poco nomás, casi nada. Flor tiene un abrazo que se siente como cuando te abraza un árbol de los montes: verdadero y de la tierra.
“La Feria es en Casa Caracol”, nos dijeron y lo sabíamos; así que cargamos mochis al hombro y caminamos. Cerquita de la estación está la Casa Caracol. En plena ciudad. Como tantas semillas del Mundo Nuevo –que ya casi, que ya está–, Casa Caracol está en plena ciudad. Y si cierro los ojos y me permito sentir un poco más profundo, entonces refino la frase y digo que esa casa es un punto en espacio y tiempo que un grupo de seres decidió para un nuevo encuentro: “La Feria sin Patrón”.
Feria empieza con eFe de Familia (FLIA, si se quiere). Y como una familia que es recibida por otra familia, cuando llegamos a la Casa Caracol ese sábado al mediodía, mientras algunas amasaban y otros tallaban nos dijeron como al pasar: “están en su casa”. Así pues bajamos las mochis, y entre sanguchitos, discusiones improvisadas sobre alimentos y resistencias, y matecitos, aquella penita se me fue evaporando con el Sol y el airecito del lugar...
Ariel Francisco Sansolini
Integrantes de la FLIA en la “Feria sin Patrón”
Desde el viernes 5 de Sept de 2008
(Silio 14: Sol Entonado)
al Lunes 8
(Gama 17: Noche Galáctica
Luna Lunar – Anillo Tormenta Eléctrica)
Salí con esa pena de los tiempos de hoy. Esa pena que no se explica; esa pena de saber que ya casi, que ya viene, y mejor aún, que ya lo estamos logrando... y sin embargo esa resaca amarga en la boca después de cada triunfo.
Entonces uno sabe que un tren te puede llevar de Buenos Aires a Córdoba pero si tu voluntad no se mueve es lo mismo que ir de la cama al living en un monoambiente.
O uno puede subirse a ese mismo tren y que un grupo de seres divin@s lo embellezcan todo. Entrar en la Magia sin darnos cuenta; el instante preciso en el que la unión de partículas hace un cuerpo, una galaxia. Qué querés que te diga, che, la FLIA es así...
Y así, decir Luli, Seba, Dafne, Aarón, Nora, Fernando, Daniela, Mario, Pato, Rosario, Ariel, es nombrar por nombrar, como decir átomo, hígado, falange, vientre... Vientre... Semillas. La unión de las voluntades en una misma voluntad de Ser es antes Semilla que Cuerpo, tal vez. Y si ese Ser será definitivamente Libre, entonces la FLIA es Semilla.
Hablando de tierra fértil, Córdoba es tierra de montañas y ríos, de bosques y mañana. Y hoy.
Nosotr@s, que jugamos a ser poetas, imaginábamos la Naturaleza acompañando nuestro viaje, pero el ticket del tren marcaba una Ciudad. No escalaríamos montañas; no navegaríamos ríos. No hizo falta: Mamá Tierra vino a nosotr@s. La tierra de los montes, el agua de los arroyos y ríos, el aire de alturas y el fuego ancestral vinieron a nosotr@s con rostros de hermanas y hermanos, con abrazos. Como la uva al vino. La uva está en el vino y el vino en la uva...
Jugando al cronista:
Cuando bajamos del tren en la estación de Córdoba Capital nos recibieron Fernando y Flor. Flor y Fernando, nombrarl@s es tan bello como abrazarl@s. Fernando tiene una barba larga que complica un poco el abrazo. Un poco nomás, casi nada. Flor tiene un abrazo que se siente como cuando te abraza un árbol de los montes: verdadero y de la tierra.
“La Feria es en Casa Caracol”, nos dijeron y lo sabíamos; así que cargamos mochis al hombro y caminamos. Cerquita de la estación está la Casa Caracol. En plena ciudad. Como tantas semillas del Mundo Nuevo –que ya casi, que ya está–, Casa Caracol está en plena ciudad. Y si cierro los ojos y me permito sentir un poco más profundo, entonces refino la frase y digo que esa casa es un punto en espacio y tiempo que un grupo de seres decidió para un nuevo encuentro: “La Feria sin Patrón”.
Feria empieza con eFe de Familia (FLIA, si se quiere). Y como una familia que es recibida por otra familia, cuando llegamos a la Casa Caracol ese sábado al mediodía, mientras algunas amasaban y otros tallaban nos dijeron como al pasar: “están en su casa”. Así pues bajamos las mochis, y entre sanguchitos, discusiones improvisadas sobre alimentos y resistencias, y matecitos, aquella penita se me fue evaporando con el Sol y el airecito del lugar...
Ariel Francisco Sansolini
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