Hizo bien mi vieja en morirse, y mi papá también fue piola, aprovechar la muerte para jubilarse, y dejarme este fardo a mí. Jamás hubiera imaginado lo que cuesta mantener una casa como ésta, con tres habitaciones, patio, dos baños, garaje, terraza, cocina – comedor y un living muy grande. La odio. Me pesa sobre la espalda. Y tengo que pagarle, mantenerla limpia, actualizarla, en fin, es una puta cara que no se acuesta conmigo.
Algunos compañeros del trabajo me recomiendan que alquile las habitaciones. Pensarlo me da escalofríos. También me dicen – y ni siquiera hace falta que me lo digan – que se venga a vivir a casa Alexandra con su prima. No hay idea que me erotice. No quiero ser una víctima de la obviedad. No quiero que el destino caiga sobre mí, y me coma.
Tengo, además, un problema nuevo, y sólido, no es que los otros tengan una consistencia minusválida: en la escala de valores todos poseen igualdad de dolor. Quiero decir que estoy enfermo de verdad, me duele la panza todo el tiempo. Sobre todo después de hacer el amor; a veces, para que ella no se de cuenta, finjo necesidad de mimos, porque el dolor no me deja incorporar y nos quedamos abrazados en la cama. Aprieto su cabeza contra mi pecho y envío las muecas del espasmo en la dirección opuesta. Una vez vi el recorrido de una lágrima mía sobre su espalda, deslizándose hasta hundirse en la sábana.
Tomo unas pastillas, un tesito de anís y se me pasa. Sigo viviendo una vida más o menos digna, como para postergar el suicidio un poco más.
Creo que nací con un desagrado natural por la vida. Dicen que los peores momentos del ser humano son el nacimiento y la muerte. A mí se me prolongó el llanto y el frío que se siente al salir de la matriz durante todos estos años. Exagero, hubo una época mejor. Si pudiera explicarme la causa de mi acritud, si pudiera aceptar que tengo una compañera, si pudiera desprejuiciarme de una vez por todas y aceptarla y quererla como la pendeja buena que es. Si pudiera decirle que es linda, que me gusta, y mucho, que estoy empezando a quererla tanto como para preocuparse. Si pudiera hablar, decir las cosas, abrirme la jaula.
Algunos compañeros del trabajo me recomiendan que alquile las habitaciones. Pensarlo me da escalofríos. También me dicen – y ni siquiera hace falta que me lo digan – que se venga a vivir a casa Alexandra con su prima. No hay idea que me erotice. No quiero ser una víctima de la obviedad. No quiero que el destino caiga sobre mí, y me coma.
Tengo, además, un problema nuevo, y sólido, no es que los otros tengan una consistencia minusválida: en la escala de valores todos poseen igualdad de dolor. Quiero decir que estoy enfermo de verdad, me duele la panza todo el tiempo. Sobre todo después de hacer el amor; a veces, para que ella no se de cuenta, finjo necesidad de mimos, porque el dolor no me deja incorporar y nos quedamos abrazados en la cama. Aprieto su cabeza contra mi pecho y envío las muecas del espasmo en la dirección opuesta. Una vez vi el recorrido de una lágrima mía sobre su espalda, deslizándose hasta hundirse en la sábana.
Tomo unas pastillas, un tesito de anís y se me pasa. Sigo viviendo una vida más o menos digna, como para postergar el suicidio un poco más.
Creo que nací con un desagrado natural por la vida. Dicen que los peores momentos del ser humano son el nacimiento y la muerte. A mí se me prolongó el llanto y el frío que se siente al salir de la matriz durante todos estos años. Exagero, hubo una época mejor. Si pudiera explicarme la causa de mi acritud, si pudiera aceptar que tengo una compañera, si pudiera desprejuiciarme de una vez por todas y aceptarla y quererla como la pendeja buena que es. Si pudiera decirle que es linda, que me gusta, y mucho, que estoy empezando a quererla tanto como para preocuparse. Si pudiera hablar, decir las cosas, abrirme la jaula.
Dafne Mociulsky
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SE AGRANDÓ LA LISTA DE LUGARES PARA LA DONACIÓN DE REMEDIOS PARA LA COMUNIDAD WICHI DE VERTIENTES
Seguimos juntando remedios de venta libre en general, sobre todo: pomadas cicatrizantes y/o antibioticas para la piel, pervinox, gasas, alcohol, vendas, antigripales, antiferbriles, vitaminas (ácido fólico, hierro), cefalexina, amoxicilina, analgésicos, etc.
SON PARA LA COMUNIDAD WICHI DE VERTIENTES, EN EL CHACO SALTEÑO.
LUGARES DONDE ACERCARNOS TU DONACIÓN:
CENTRO CULTURAL PACHA MAMA: ARGAÑARAZ 22 – VILLA CRESPO
FLA (FEDERACIÓN LIBERTARIA ARGENTINA): BRASIL 1551 – CONSTITUCIÓN
ELOÍSA CARTONERA: BRANDSEN 647- LA BOCA
SEXTO KULTURAL: Av. LACROZE 4181 6º- CHACARITA
FILO (FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS): PUÁN 480 (EN EL BUFFET)
GALPÓN V: AV. VELEZ SARSFIELD 218 (PARQUE PATRICOS)
ARCOYRA: Humberto 1º 2578 (SAN CRISTOBAL)
TRIVENCHI: AV. CASEROS 1712 (BARRACAS)
GALPÓN V: AV. VELEZ SARSFIELD 218 (PARQUE PATRICOS)
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Gracias por tu colaboración, si te parece que podés poner alguna caja en algún lado o querés acercar una donación, o se te ocurre una idea mejor, llamá: 1559900613 o 1569886835, gracias!
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