domingo, 24 de agosto de 2008

Hace mucho que quiero decir esto

Cómo debería ser tratado un escritor independiente

-Cuando te topes con un escritor que está vendiendo su obra de manera ambulante, ya sea en un parque, plaza, bar o transporte público, tené en cuenta que EL ESCRITOR INDEPENDIENTE NO ES UN VENDEDOR AMBULANTE. La diferencia consiste en la desnudez emocional, mental y espiritual que implica el hecho de exponer y tratar de vender su arte, que no es lo mismo que un producto de reventa. Detrás de cada uno de estos libros hay un trabajo autogestivo que merece ser valorado.
-Por lo general, los escritores independientes prestan los libros y pasan al rato, por lo tanto no permitas que se mojen o se ensucien, tratálos con cuidado. Si el escritor vuelve y te quedaste con ganas de ojear el libro un rato más, pensálo un poco: tal vez el escritor necesita cambiar de zona y se queda especialmente un rato más en el lugar por vos, entonces, si creés que no querés o no podés comprarle el libro, evitá hacerle perder tiempo (sobre todo en los transportes públicos). De todos modos siempre podés pedirle al escritor su blog, página, flog o correo para poder ver o conseguir su obra en otro momento.
-Tené en cuenta que el escritor no tiene mucho tiempo. En el caso del escritor que anda por los parques y plazas, depende mucho del sol (más aún en invierno) Cuando baja el sol se empieza a ir la gente, entonces tratá de evitar largas conversaciones, sobre todo las demasiado abarcativas que exigen muchas explicaciones (si no le comprás el libro esto puede ser muy abrumador). Además está el factor campo visual: así como te dejó el libro a vos también lo hizo con otras personas, de modo que su vista tiene que estar muy atenta.
-Si no te gusta el libro, no lo maltrates, sé respetuoso siempre, el escritor independiente merece respeto por tratar de vivir de su arte y por distribuirlo de estas maneras.
-Si te gusta el escritor o escritora y te lo/a querés levantar, el momento de trabajo y distribución no es el indicado… en tal caso ingeniátelas para contactarlo/a después.
-Si el libro te parece caro podés manifestarlo, al escritor independiente en la mayoría de los casos no le importaría negociar el precio por el placer de que te lo lleves.
-Nunca demuestres pena ni le compres el libro si es por tal motivo. Los escritores independientes somos merecedores de respeto y hasta simpatía, no de pena; además, ¿pena por qué?, ser escritor independiente es un trabajo digno como pocos.
-Si el escritor tarda considerablemente en volver por su libro tenés dos opciones: podés dejarlo en el mismo lugar, puede ser que pase a retirarlo, o podés llevarlo y comunicarte vía mail para decirle lo que pasó (lo más probable en el último caso es que te lo regale).
-Si no querés recibir el libro, no lo pienses mucho, decí “No, gracias” y listo, recordá que el escritor independiente anda relativamente apurado. Pero también tené en cuenta que estos libros que ofrecen son muy accesibles, mucho más que los producidos en serie por el mercado editorial que se consiguen en librerías y no te cuesta nada pegarle una ojeada de onda.
-El escritor independiente no es un psicólogo, no te confundas… somos vulnerables al “vampirismo energético”.
-Si realmente tenés cambio y el escritor no tiene, no seas malo/a, es feo y triste perder una venta por falta de cambio.
-Esto va para las autoridades, desde policías, vigilantes, inspectores municipales y circunstancialmente chanchos, choferes, mozos y encargados: sepan que no molestamos a nadie, somos difusores culturales y nos comportamos de manera breve y discreta, DÉJENNOS TRABAJAR, porque ustedes también trabajan y nosotros tenemos el mismo derecho.
-Esto va para los artesanos y vendedores ambulantes: NO REPRESENTAMOS UNA COMPETENCIA PARA NADIE, somos compañeros, está todo más que bien. Si bien vendemos cosas diferentes, tenemos casi el mismo trabajo. Ni siquiera competimos laboralmente entre nosotros mismos. No se inquieten si tiramos un paño o pretendemos vender en “su territorio”, por ponerle un nombre.
-Cuidemos a los escritores independientes que andan por las calles; el arte necesita existir y todos necesitamos del arte.
¡Apoyemos la autogestión y leamos a los que están vivos che!
Dafne Mociulsky

jueves, 7 de agosto de 2008

Mi otro último poema

Antes que molestan
Cristales rotos
Celos
lejos
velos
Velas al borde de su extinción
Razones
Rezos
Cosas que se dicen
Individuos aprendiendo a dividirse.
Arboles
kilómetros
caligrafía de cuaderno sobre el regazo.
Hay otras caras
otras costras
ostracismo
votos de silencio
cartas tímidamente incendiarias
Fulgor artificial
(que también es fulgor al fin)
Sonidos nuevos
que nacieron porque los escuché.
Casas, casitas,
bondis, troles,
tarjetas, vinos.
La rienda del riendo.
Mi cara de rusa.
Mido mis miedos.
Mueren mis maneras.
El YO con llagas.
El cielo está despejado
canta el agua en la fuente.
Ah, este poema se ha cansado.


Dafne Mociulsky, escrito en Mendoza

Cobertura de Feria de escritores independientes en Mendoza, presentación de xxx de Marcelo Neyra






Sobre la noche del domingo 3 de agosto y pasadas las 8:30 P.M., las luces del fondo de la biblioteca popular “El Bermejo” fueron apagadas y la música que sonaba de fondo con La Tabaré y el tema Putrefashion se detuvo, apareció de un costado de la sala MARCELO NEYRA, anfitrión de la noche nos dio la bienvenida al encuentro y de inmediato comenzó con la presentación del flamante XXX, cuarto libro del coordinador de Zediciones. Así pasó que fue desglosando un poco lo que supuso la edición del libro, habló de una celebración por “3”: 1- la publicación en concreto del libro, 2- el arranque de la colección narrativa de Zediciones con este ejemplar y 3- el logro de la edición del libro. Comentó un poco lo que fue el armado y distintos entre casa de su edición y luego concretó el comentario refiriéndose a la obra. Hubo espacio también para que MARÍA GARCÍA leyera el prólogo del libro (fue ella quien lo ha prologado) y seguido pasó MECK, que comentó la obra. Faltaba poco para las nueve de la noche y Marcelo concluyó con la lectura de un poema “De princesas andinas” en modo de agradecimientos a todos los que se hicieron presentes. Este escrito fue el adelanto de lo nuevo que está preparando que se trata de una disco de audio-textos (con su música y poemas) que saldrá bajo el título de PROHIBIDO para fines de año.
Sin interrupción y pegado a la presentación de XXX, se abrió el SAK MAI POETRI, la encargada de encender el festi de lectura fue MECK, que comenzó con la aclimatación del espacio moviendo viejos poemas y adelantado algunos de su próxima publicación que está prevista para septiembre. En segundo turno la novel escritora mendocina CÁNDIDA ARENAS, presentó parte del libro de la serie demo “LA SOCIALIZACIÓN ES LA CÁRCEL DE LOS NERVIOS”. Para cerrar la primera etapa de la lectura se acercó al frente DAFNE MOCIULSKY, la escritora de El Palomar (Bs. As.) presentó con su lectura “ALERGIA, CARIDAD Y VICEVERSA” libro epistolar de su autoría.
Así se cerró la primera etapa, hubo un receso de 15 minutos donde las luces se volvieron a encender y esto sirvió para continuar con el vino, repasar la amplia feria de libros y publicaciones que se exponían en el lugar. Una numerosa y variada feria de libros y fanzines, participaban del evento las editoriales ZEDICIONES, CARBONICO EDICIONES, EDITORIAL PAN, EL ASUNTO, HUMO SUBURBANDO, CILC y entre otros, también había espacio para el exposición de revistas como BICHO BOLITA, ECO, etc, fanzines hechos por distintos autores y libros también de autores como: MARCELO VERTUA, GRISELDA GARCÍA, EZEQUIEL ABALOS, JUAN BORGES, entre otros.
Las luces y la música se ausentan y MARCELO NEYRA convoca a la segunda etapa de lectura, en este momento el encargado de abrir la última etapa es CLAUDIO ROSALES, editor de CARBONICO EDICIONES y poeta mendocino que hace un recorrido por poemas de su último libro. Eso da paso a MARÍA JOSÉ, que presenta “MUJERES”, librito de la Serie Demo que se presenta esa noche. Para el cierre, se abre paso EUGENIA SEGURA, globos rojos mediante, presenta en una performance textos que adelantan su próxima publicación para la serie demo.
Las luces y la música no se encienden y es que quedaba espacio para un bis, una especie de micrófono abierto acercó a la lectura a: MARÍA GARCÍA, JUAN MONTAÑO Y DARIO Zangrandi
Y…, tal vez lo mejor en la exposición y presentación del XXX, fue el cierre que hicieron en dúo MECK Y DAFNE MOCIULSKY, leyendo e interpretando uno de los textos que forman parte del libro de MARCELO NEYRA, el texto elegido fue luna_azul.
Así y entre vino, velas, libros, poesías… se cerraba la noche en la biblioteca “EL BERMEJO”, fue un festejo caliente y motivador, brillaron los poetas, escritores y activista culturales, sacudieron un poco el polvo de una provincia que acuna, aunque se resista, a una generación que ya es el corazón de la nueva literatura en esta parte del mundo.

Gracias a: el programa “Revista Latinoamericana” (FM Libertador, 92.7), Mariana Guzzante (diario Los Andes) María García (quien cubrió la noche con fotos y filmación), Gonzalo Córdoba y Juan Montaño (editorial Pan, Mendoza) Ivana y Laura de la Sierra (atención en los stands), Tomás (por el traslado motorizado) Cristián Funes (vicepresidente de la biblioteca “El Bermejo) Facundo Mercadante (Director de la biblioteca Gral. San Martín).
Gracias, Marcelo, gracias Meck! (Dafne)

Cobertura de la Feria de escritores independientes del 3/8 en Mendoza






La sociedad de los escritores salvajes, dicen por ahí...

Foto: Marcelo Neyra, activista cultural


Nota del Diario Los Andes – Mendoza

La sociedad de los escritores salvajes


Una editorial independiente y un festival literario alternativo. En ese marco, esta noche Marcelo Neyra presentará su serie de relatos “XXX”. Perfil de un agitador cultural.
Mariana Guzzante - mguzzante@losandes.com
Marcelo Neyra es un hombre extraño. Activista cultural, escritor y editor experto en el “hacerlo yo mismo”, se apasiona por la literatura con la obsesión y la devoción que sólo se da por lo estimulante; tiene un extenso prontuario radial y da talleres creativos: o más, viene trabajando desde hace tiempo en la publicación de escritores emergentes y ahora lleva adelante un proyecto cultural que lo involucra con la movida de las editoriales alternativas: publicaciones de bajo presupuesto que circulan más allá de las fronteras. El hombre, marcado por el valor de las zonas artísticas independientes (sabemos que ha dirigido distintos fanzines contraculturales como “Apuntes del subsuelo”, “Findefiesta”, “Abrecaminos”) , dio con un concepto que primero pensó tipo revista y luego concretó en editorial. Una célula creativa llamada, intencionalmente, Zediciones. De modo que podemos suponer que Zediciones es un sello donde se publican, sobre todo, textos-molotov. Aquellos capaces de sacudir cualquier prejuicio sobre la poesía y la narrativa local. ¿El catálogo? Un arsenal prolijo de 35 obras que involucra autores de Mendoza, Rosario, el Gran Buenos Aires, Chile y España. “Quisimos abrir el juego a escritores emergentes y empezar a conectarnos con movidas de otras regiones; es algo muy positivo lo que está pasando ahora. Hay una vertiente joven en la provincia que viene muy pila, muy despierta y que se mueve por los márgenes del mercado editorial”, explica Neyra. Nos va quedando claro que Zediciones se retroalimenta con cada ejemplar que saca y que su propuesta pasa más por el criterio estético que por el marketing. ¿Qué literatura entra en esa línea? “Cierta poesía y narrativa que viene de cabezas que crecieron con el impacto y el registro de la red, con el cine, con el vértigo de las producciones instantáneas”. La pregunta, entonces, cae sola: ¿Cómo hacer circular este material? Acá es cuando Marcelo abre su bolso, saca de allí un muestrario de la “colección demo” -plaquetas impresas de bajo presupuesto que forman, hasta ahora el fuerte de la editorial- y pone la mueca de la autogestión. Pues es el mismo editor el que distribuye y crea vínculos, llevando y trayendo literatura a cuanto festival, recital poético o feria aparezca por el mapa. Así, se ha abierto camino junto a otros proyectos semejantes como “Humo Suburbano”, “Eloísa Cartonera” y demás. Y los lazos van creciendo por esa suerte de hermandad intelectual que surge vía blog. Tenemos a Meck para dar cuentas del asunto: Meck sacó por primera vez sus poesías del cajón para llevarlas al taller que Marcelo dicta en el Instituto Diálogo. ¿Cómo dio con él una escritora nómada de Godoy Cruz? “A través de un blog de Perú, que recomendaba este taller”. Así, la mendocina hizo link con su propio territorio y sacó por serie demo un poemario llamado “La sexta herida”. Y es ella misma la que ahora trabaja y experimenta en el área de diseño de la editorial. La suma de todas las letras Esta noche, Marcelo Neyra presentará el primer libro de la “colección narrativa” que lanza Zediciones: se trata de su propia serie de relatos, titulada “XXX”. Con ella, va a completar una trilogía que comenzó en 2004 con “The Black Queens” derramando, literalmente, una valiosa cuota de ácido ficción local. “Cuando el aburrimiento literario ya empezaba a fastidiarme con tanto bombardeo editorial de consumo enajenado; en el sur del mundo copulaban las letras de Irving Welsh y Julio Cortázar generando o (de) generando en Marcelo Neyra. Compacto, brusco y exaltador”, así define Antonio Cuervo, editor y escritor catalán, este último volumen. “XXX” cuenta tres historias urbanas, ambientadas en los márgenes de la ciudad de Mendoza y asimiladas a través de un discurso áspero, donde la estética es tal vez el realismo duro porque los personajes - adolescentes- están explorados hasta el escándalo. ¿Pornografía local? Puede ser. “Las historias revelan la naturalidad con la que el uso del sexo virtual y las orgías, motivadas por la explosión hormonal y la búsqueda de sensaciones, se hacen carne y propósito en la vida de muchos jóvenes”, examina la contratapa. El autor, por su parte, lo comprende así: “Creo que literariamente hemos tenido una fuerte tradición de viñedos y acequias, pero a mí, como narrador, lo que me interesa es incorporar eso que tenemos como animales urbanos, en esos formatos mutantes y hasta bizarros de hoy, y me apasionan las historias de arrabal que se dan en esta city del oeste”. La presentación que Zediciones llevará a escena esta noche promete un “encuentro de escritores” nada convencional. Coincidirá allí el festival poético Sak Mai Poetri y la presentación de dos demos más: “Mujeres” de María José y "La socialización es la cárcel de los nervios" de Cándida Arenas. El encuentro promete también estas presencias: Dafne Mociulsky (escritora y hacedora cultural de Buenos Aires que presentará por primera vez en Mendoza sus dos novelas y demás publicaciones); Meck (poetisa de Mendoza que repasará parte de su material ya editado y adelantará lo que viene); Eugenia Segura (escritora, periodista y hacedora cultural de Mendoza); Claudio Rosales (poeta y editor de Carbónico Ediciones Mendoza, quien hará un muestreo de poesía). Se montará, además, una Feria de Publicaciones Independientes, donde el público tendrá oportunidad de acercarse a los libros de Zediciones, El asunto, Humo Suburbano, Eloísa Cartonera, Cilc, entre más.

martes, 5 de agosto de 2008

+ Coberturas de la flia!

Otra cobertura en el youtube:

http://www.youtube.com/watch?v=jjj207ExoRo
http://www.youtube.com/watch?v=jjj207ExoRo
http://www.youtube.com/watch?v=jjj207ExoRo



Y esta es de la revista Sudestada:

Feria del libro independiente (FLIA)

Fenómeno contracultural

Por: Walter Marini


Una Feria del libro en la que encontramos todo lo que puede ofrecer el arte como expresión alternativa. Stands improvisados donde conviven libros, fanzines y discos; escritores, poetas y músicos independientes. Una feria que desde hace tiempo se ganó un lugar en las miradas de un público inquieto en la búsqueda de otras formas de arte. Radiografía de la FLIA, un fenómeno que viene abriéndose paso en la cultura urbana.

Desde hace algunos años, existe un espacio que tomó importante trascendencia y que se fue transformando en un fenómeno cultural, social y político de referencia para los diferentes grupos que lo conforman y para aquellos que visitan sus exposiciones.

Se trata de la FLIA -Feria del Libro Independiente y Alternativa, Autónoma, Autogestiva y Amiga- que se lleva a cabo varias veces al año y que, como su nombre lo indica, es nada más ni nada menos que una gran feria de ediciones independientes, pero con el condimento extra de que se puede encontrar poesía y música en vivo, y proyecciones de filmes y documentales.

Organizada por diferentes grupos artísticos, la FLIA, en un principio, nació como una respuesta a la tradicional Feria del Libro de Buenos Aires, que año tras año dejó de lado su función como generadora de cultura para darle paso a lo que se fue transformando: un paseo de compras donde conviven la venta de libros de las grandes editoriales y la de sistemas de seguridad varios. Y esa respuesta fue tomando eco a través del tiempo y la necesidad de infinitos autores independientes que querían publicar sus trabajos y que quedaban fuera del mercado editorial.

Los inicios

La primera FLIA se realizó frente a las puertas mismas de la Sociedad Rural -lugar físico donde se desarrolla la feria oficial- como si fuera una contraferia del libro, para demostrarle a los grandes popes de las empresas editoriales que otra literatura se estaba produciendo, que otras voces son las que querían hacerse escuchar. Pero claro, la idea no pasaba solamente por quedarse en la protesta contra el evento, sino que la obligación era generar un espacio habitual donde pudiesen encontrarse esas voces. Protesta más propuesta fue la ecuación que dio el maravilloso resultado que surge del fenómeno. A partir del momento en que dieron el puntapié inicial, decidieron que no podían quedarse en el simple reclamo y, a través de reuniones que se fueron realizando entre quienes empezaron con esta odisea, comenzaron a barajarse lugares para ponerla en funcionamiento: una asamblea en Palermo, el edificio del Sexto Cultural en la zona de Chacarita, una de las sedes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA o las instalaciones de la fábrica recuperada IMPA son algunos de esos espacios que en estos últimos años fueron utilizados como puntos de encuentro.

Cabe destacar que la FLIA no busca subsidios, ni créditos, ni auspiciantes, y la convocatoria se hace a través de listados de correo electrónico, diferentes sitios web y el conocido “boca a boca”.

Los antecedentes

La historia de la FLIA comenzó a forjarse desde mucho tiempo atrás, cuando diferentes grupos culturales que venían realizando actividades de todo tipo confluyeron y se organizaron para darle forma a este proyecto colectivo. El antecedente más cercano tal vez haya sido el ciclo “Poesía de miércoles”, donde confluían los grupos Ocio Verde, El Asunto, Poesía Urbana y la editorial independiente Milena Cacerola, como epicentro en radio La Tribu. Allí se reunían todas las semanas, y la poesía, la música y la literatura eran los invitados de lujo. Así lo cuenta Pablo Om del grupo Ocio Verde: “Esa fusión que se dio en La Tribu generó que se fuera sumando gente que llegaba desde diferentes espacios culturales. Ese ciclo era muy parecido a lo que hoy es la FLIA, es decir, recitados junto con feria y música, pero con la diferencia de que era para menos gente”.

Los pasos previos a la conformación de la FLIA tienen muchas versiones, pero todos coinciden que fueron producto de las diferentes propuestas culturales de diversos grupos que abundaban en los suburbios de la ciudad luego de la crisis de 2001.

Para Javito, de Poesía Urbana, la contraferia fue el punto de partida, así lo cuenta: “La FLIA fue la línea continuadora de lo que hizo Maldita Ginebra, que fue otro grupo que se sumó a la contraferia. Éramos gente que, de alguna forma, estábamos en la misma; que venía del punk, de la feria de Congreso, de todos esos ámbitos”.

Ezequiel Ávalos es escritor, periodista, y parte de la FLIA desde el comienzo. Aquí da su versión sobre cómo fue creciendo el fenómeno y qué generó: “Cuando comenzamos había un cierto impulso que contagió bastante, uno veía que el otro hacía algo y se sumaba, fue clave la idea de no quedarse en la protesta y generar un espacio. Había una necesidad de los escritores independientes porque ellos finalmente le terminaban regalando sus libros a sus parientes, y se toparon con este ámbito en donde generan un espacio propio. Con esto demostramos que nosotros también podemos publicar libros, editar discos de poesía, distribuirlos y venderlos”.

Para comunicarse con la FLIA: http://feriadellibroindependiente.blogspot.com/

sábado, 2 de agosto de 2008

¿Interferencias o Dictadura musical?

Estoy entre esos dos títulos para la novela que estoy escribiendo. Quiero expresar algo que me estuvo pasando últimamente, algo que me hizo dejar de obsequiar poemas por ahí. En la estación Palomar (mi barrio) solía pegar poemas en el cartel que indica el nombre de la estación... hasta que un guarda idiota e inescrupuloso me dijo que no podía hacerlo y, con total sangre fría, los despegó, me los "incautó". Lo mismo casi me hizo un guarda en la estación Martín Coronado, incluso en los trenes me pasó que tanto guardas como policías me vengan a romper los ovarios por esto. Yo les retrucaba que son regalos para la gente y qui nisiquiera ensucio las paredes, ya que se trataba de pequeños poemas pegados con cinta scotch.
Pero ayer me pasó algo diferente y muy molesto. Resulta que ya no regalo poemas pero de vez en cuando escribo alguna metáfora con fibrón, ayer escribí en una ventana "¿Quién sos cuando soñás que dormís?" (esto viene a colación del fragmento de novela que puse abajo). Entonces una chica que estaba parada me dijo "¡Tanto te molesta verlo limpio al tren!, ¿no entendés que el tren es de todos?" y yo le contesté que estaba expresando mi arte y ella me dijo que eso no era arte, no le dije más nada porque hay gente que no sabe escuchar otro punto de vista que el propio. Ahora yo digo, si el tren es de todos, si yo también siento esa pertenencia, con más razón le regalo poemas y metáforas. Una frase que suelo escribir mucho por ahí es "Esto es tuyo, pero no es tu "yo".
No me interesa si tengo razón o no, pero a mí sí me gusta que haya expresiones en el tren, la limpieza de una pared es silencio.


Ahora sí, un fragmentito de "Interferencias" o "Dictadura musical"

Alber soñó que soñaba. Si él podía verse a sí mismo durmiendo, ¿en dónde estaba, entonces?. No podía tocarse a sí mismo, porque no había manos, cuerpo, materia. El era, en parte, eso que estaba ahí, durmiendo con la mujer (que no era su mujer, sino su amante nueva, la cordobesa), pero también era eso que lo miraba. No pasaba nada en ese sueño, nada más que eso, la desesperación de no poder ser uno entero. Se despertó muy contento de haber dejado de soñar - ¿Qué pasa Alber? – le preguntó la cordobesa, con tonadita (esa tonada lo ponía muy cachondo) – Uf, soñé algo – yo también – interrumpió ella, deprimiéndose repentinamente – Hoy te vas, ¿no?
-Sí.
-Voy a hacer mate.
-Bueno – Se dejó caer en la cama, pensando. Ya tenía el boceto de su próxima película: un hombre que no podía ser entero, bien, ese era el disparador, ¿pero cuál sería el conflicto?... hum… además, lo que se separaba del cuerpo, ¿qué era exactamente?, ¿la mente o el alma?... hum… el conflicto podía consistir en la búsqueda de lo que lo pudiera volver a unificar, ¿qué podría ser eso?, ¿el amor?. Hubo vértigo en el sueño, una línea de composición a tener en cuenta en la película. Hubo un instante de terror, fue cuando miró la ventana y sintió, o percibió, o se dio perfecta cuenta, que si se lanzaba por allí podría volar. Supo que era capaz de volar, no se decidió a hacerlo por miedo al viento, por no saber qué tanta consistencia tenía él en ese estado, ¿y si el viento lo perdía de sí mismo?, porque en el plano real no sabía muy bien a dónde era la casa de la cordobesa, ella lo había llevado en remis, así que estaba en un barrio desconocido, en una casa que quedaba en una calle que él no le conocía el nombre, con un número que le era anónimo. Por eso no quiso volar, a ver si se perdía y después no sabía cómo volver, ni siquiera había pispeado qué colectivos pasaban por esa zona, nada. Cuando llegó a esa casa con ella estaban a los besos en el asiento trasero del remis. Hacía rato que le tenía ganas a la mujer del boletero de Villa María. No era tan linda, pero era joven, tenía veintiocho años y estaba casada con un hombre de sesenta, que le había hecho dos hijos en dos años. El, a través de su experiencia, supo que ella era la clase de chica que le gustan los hombres grandes y feos, una de esas chicas que gozan del triunfo de la belleza y la juventud sobre la fealdad (citando a Truman Capote, concientemente).
Los dos sabían que nunca más volverían a pasar una noche juntos. Se despidieron intrascendentemente.



Dafne Mociulsky