miércoles, 23 de julio de 2008

Algunas coberturas de la 8º FLIA en IMPA






Estas son algunas de las fotos de los que fue la 8ª Flia, Feria del Libro Independiente y a que fue el domingo 13 de julio en IMPA. Para la próxima entrada + fotos y + informes. Para ver los videítos de la flia: www.deriadellibroindependiente.blogspot.com
A continuación, algunos de ellos:
Independiente, autogestiva, autónoma, alternativa, hasta “anárquica, apasionada y agitadora”, la FLIA se consolida en cada nueva edición como un buen espacio donde hallar material literario de autores independientes, de alta calidad y bajo precio. Su octava edición se realizó el pasado domingo en una fábrica recuperada y Agencia NAN se dio un paseo por allí.

Por Esteban Vera –
Buenos Aires, julio 15 (Agencia NAN-2008).- Libros artesanales de poetas y narradores con tapas pintadas a mano, páginas fotocopiadas y tiradas limitadas fueron los elementos en común que compartieron los stands montados bajo el techo de chapas de la cooperativa IMPA, una fábrica de laminados de aluminio recuperada por sus trabajadores. Allí, el domingo se llevó a cabo la octava edición de la Feria del Libro Independiente, Autogestiva, Autónoma, Alternativa, Anárkica, Apasionada y Agitadora (FLIA), un evento cultural que permite conocer la fértil producción del under literario y que se realiza desde 2006, cada cuatrimestre, en centros culturales, asambleas barriales y cooperativas.
“Antes de 2000, había una contraferia en el predio municipal de la Ciudad de Buenos Aires que permitía darle voz a editoriales y poetas independientes que no estaban en el circuito comercial. Hace dos años, entre varios autogestionados y editoriales pequeñas surgió la idea de agruparnos y hacer otra contraferia, pero por la positiva: una feria independiente para difundir e intercambiar obras y crear más vínculos entre escritores y editores”, relató a esta agencia Matías Reck, de la editorial El Asunto y uno de los organizadores del encuentro.
En el predio hubo stands literarios colectivos, miembros de editoriales que se autogestionan y escritores independientes que editan y hacen circular sus creaciones artesanalmente. “Nos ayuda a difundir y a intercambiar nuestras obras, a relacionarnos con editoriales y escritores porteños y bonaerenses. Y si vendemos algo, mejor”, admitió Lucas Ameri, de la editorial chaqueña Cospel. “Difundir nuestros trabajos desde allá es muy difícil, por eso vale la pena viajar mil kilómetros hasta acá para participar de un evento así”, agregó, frente a la consulta de Agencia NAN por la llegada de sus libros a “la Capital”. En el espacio de Cospel, uno de los más grandes de la exposición, hubo libros y fanzines de prosa, poesía y ensayos, además de revistas literarias.
Según los organizadores, en total fueron “más de 150 puestos” en el predio del IMPA. Todos ofrecían libros artesanales, revistas contraculturales, fanzines, pósters, discos, remeras, prendedores, historietas y pinturas. También hubo lecturas en vivo, perfomances artísticas y proyecciones de cortomerajes y documentales. Entre ellos, Yerba mala, del grupo argentino Colectivo 7, acerca de la editorial cartonera boliviana que lleva ese nombre y que se sumó en América Latina a la experiencia local de Eloísa Cartonera, fundada por los jóvenes escritories Washington Cucurto, Fernanda Laguna y Javier Barilaro.
Desde la mesa de informes, Dafne Mociulsky, una escritora que vende sus obras en los colectivos de Caseros, en el partido bonaerense de Tres de Febrero, despejó dudas a los asistentes al encuentro y, de paso, aprovechó para vender rifas a dos pesos para los libros de la muestra. También ofreció unos pequeños ejemplares blancos con sus propios poemas y nouvelles, en ediciones de cartón, con tapas pintadas a mano y páginas fotocopiadas. Incluso hubo algunos más excéntricos, con diskettes o plumas de gallinas pegados sobre el lomo. "Acá, uno puede crear vínculos con otros escritores para hacer cosas en común”, aseguró Mociulsky, desde dentro de su delantal de cocina con bastones naranjas, amarillos, verdes, blancos y rojos. Según explicó, el multicolor atuendo es su “uniforme de trabajo”: allí carga “los libritos y el dinero”. En ese mismo puesto estaba “la gorra” de la FLIA. Con bastante escasa recaudación, según pudo observar Agencia NAN.
En otro rincón de la muestra, la revista THC tuvo su puesto. Allí se pudo adquirir ediciones de la publicación de la cultura cannábica, pero también aprender un poquito. Los responsables del stand se la pasaron explicándole a jóvenes prolijamente desalineados que “el principal reclamo que promueve la revista es la despenalización de la tenencia para consumo personal, la enseñanza del cultivo de cannabis para uso recreativo y medicinal, y el cese de la persecución judicial a perejiles”. Mientras tanto, en otros stands no faltaron pipas, "lillos" y humo dulce.
El de La Quetrófila, la revista literaria dirigida por la joven escritora Valeria Tentoni, a quién esta agencia entrevistó meses atrás, fue uno de los nuevos espacios participantes de la FLIA. Allí se pudieron adquirir las dos ediciones de la publicación, que ofrece cuentos cortos, ensayos, sueños de autor, poesías y una novela por entregas, tanto de escritores con trayectoria a los que se invita a colaborar, como de autores nóveles.
“Estar acá nos permite difundir la que hacemos en un espacio que reúne a otros colectivos independientes, además de mostrar en papel lo que hacemos a lectores que vienen a buscar novedades”, sumó su voz Natalia Iñíguez, de Humo Suburbano, un colectivo de artistas que habitan “del otro lado de General Paz”. Otro espacio presente fue el de Poesía Urbana, emprendimiento online dedicado a difundir literatura independiente a través de internet y otro de los organizadores de la feria: “En la primera FLIA hubo ochenta stands y más de mil visitantes; estimamos que en esta edición pasaron casi 2500 personas y que hubo el doble de stands”, arriesgó Javier Basin, de Poesía Urbana.
En el espacio de la Editorial Ananda, Agencia NAN recogió una de las pocas críticas a la iniciativa: “Falta mayor difusión para que se acerque más gente”, consideró una integrante de esa editorial, dedicada a textos de psicología, filosofía y autoayuda.


Prensa de Frente - 8º FERIA DEL LIBRO INDEPENDIENTE
Libros autogestionados, en una fábrica recuperada
El domingo pasado se realizó, nuevamente, la Feria del Libro Independiente. El lugar elegido para la octava edición fue la fábrica IMPA, que fue recuperada y puesta en marcha por sus trabajadores. La jornada estuvo marcada por la asistencia de una gran cantidad de público que colmó el tercer piso de la fábrica, destinado a actividades culturales desde hace más de 4 años.

La Feria del Libro Independiente es un emprendimiento que comenzó hace algo más de 2 años. Su primera edición fue realizada en mayo del 2006 en el barrio de Chacarita, en un espacio conocido como Sexto Cultural, parte de la Mutual Sentimiento. Este año se decidió hacer en el IMPA, en Querandíes al 420, pleno barrio de Almagro. Hace menos de dos meses, la policía desalojó y reprimió violentamente a los trabajadores, quienes finalmente pudieron volver a ingresar a la fábrica y retomar sus actividades. Consultado por Prensa De Frente, Leonardo, integrante del colectivo organizador, sostuvo que no fue casual la elección del lugar sino que "es una decisión venir a esta fábrica como demostración de apoyo a los trabajadores, en apoyo a las recuperadas".
Según Marilina, otra de sus organizadoras, la feria es un "emprendimiento anárquico, autónomo y autogestivo; un espacio donde la gente puede comprar material, charlar con los autores, intercambiar material de manera comercial o por medio del trueque".

"La FLIA propone que quienes vienen a visitarla se incorporen en las siguientes ediciones, pero lo más interesante es que se propone no competir con los monopolios editoriales, sino mostrar que hay un montón de gente que está trabajando y produciendo con otra lógica", explicó.

La estructura organizativa reafirma esos criterios. Quienes quieran aportar no tiene más que sumarse a las reuniones que todos los martes van delineando el evento a realizar. Con un ritmo de una Feria cada 3 meses, la convocatoria es cada vez más masiva. Durante toda la tarde del domingo, además de recorrer los puestos de editoriales, se podían presenciar actividades de las más diversas, desde bandas en vivo, performances, hasta lectura de poesía. Todas las actividades estaban organizadas y ejecutadas por las diferentes comisiones, integradas por algo más de 20 personas, que cubrían las más diversas tareas de prensa, buffet y escenario.

Esta iniciativa no cuenta con subsidios o subvenciones estatales ni de ningún tipo, sino financia exclusivamente con los aportes voluntarios de los asistentes. En esta octava edición se instalaron más de 100 puestos de venta de material, entre editoras independientes, escritores, historietistas y artesanos.

Ambrosía – Natalia Molina – alcoyanaalcoyana.blogspot.com
Palabras en las que me busco,me encuentro, me pierdo y reflejo,impresiones de los mundos, imagenes,músicas, teletransportaciones, propias y de otr@s.
lunes 14 de julio de 2008
La 8va. FLIA
Una fábrica recuperada por sus empleados y abierta a la poesía. Una fábrica colmada de libros, gente, música, charlas, expresiones audiovisuales, gráficas... Un espacio abierto recuperado, ganado al abandono, a la indiferencia, a la desidia. El IMPA, en el Barrio de Almagro de Bs.As., fue el escenario de la 8ª Feria del libro independiente y autogestiva (y amiga).
Por primera vez pude participar de esta idea que se materializa en la diversidad de expresiones culturales y lenguajes. En la que el arte está vivo, y realmente se vive como la mayor alegría que un ser humano puede darse a sí mismo y, por consecuencia, a los demás (parafraseando a Marx, no soy tan original).
Maratón de lecturas y performances poéticas, grupos musicales, charlas, proyecciones.
Maratón sin competencia, sólo el placer de compartir lo que cada un@ está creando.
Celebración, resistencia, solidaridad, palabras en desuso en este sistema salvaje y perverso, pero que pude vivir, saborear intensamente en este encuentro multigenérico. Fui feliz este domingo 13 de julio en una fábrica convertida en poesía.Con distintas voces, sensaciones,búsquedas estéticas, experiencias, caminos recorridos,pero con la fuerza de la diversidad puesta en un proyecto en común, en el que sentí posible "un mundo en el que quepan todos los mundos".

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